La comisionada comunal de Las Cejas, Cristina Contreras, rompió el silencio y respondió públicamente a las acusaciones impulsadas por el dirigente peronista Enrique Romero. Aseguró que las denuncias en su contra son “maliciosas y políticas” y recordó que ocupa el cargo desde 2011 por elección popular. Además, remarcó que está a disposición de la Justicia y se refirió a las actuaciones del Tribunal de Cuentas, que declaró en rebeldía al ex comisionado comunal -y su esposo- Hugo Lazarte.
“A Enrique Romero no lo conozco. Lo conozco solamente por TikTok, porque es cantante, la verdad que como funcionario hoy en día no sé qué función cumple. Yo vengo desde 2011 elegida por el voto popular y no tengo nada que esconder. No tengo ninguna denuncia formal. A mí nadie me notificó”, expresó en LG Play.
Sobre la denuncia por presunta retención de tarjetas de débito de ex empleados, Contreras la atribuyó a disputas políticas: “Ernesto Soto, Mónica Risso y Silvestre Risso (los denunciantes) son familiares de Ariel Figueroa, un contrincante político en Las Cejas. Soto se retractó y dijo que lo obligaron a que diga eso. Me puse a disposición tanto de la Justicia, del Gobierno de la provincia y de la Policía”. Recordó, además, que en 2018 su casa fue allanada por una causa similar: “Se hizo allanamiento en mi domicilio, en la casa de mi hijo, se hizo de todo buscando las supuestas tarjetas de estas tres personas. Gracias a Dios no hubo nada, porque no hay nada, no tengo nada que esconder”.
“La delegada comunal es la Milagro Sala de Las Cejas”, disparó RomeroLa funcionaria sostuvo que las acusaciones forman parte de “un complot político” ligado a sus rivales electorales, como Ariel Figueroa y Martín Medina. “Cada vez que llega un año electoral aparecen estas operaciones. Estoy acostumbrada”, señaló.
También rechazó que empleados comunales hayan trabajado en su domicilio o en el de su hija en El Cadillal: “Es mentira. Mis empleados jamás estuvieron en mi domicilio. Se trata de un ataque mediático y político”. Y apuntó contra Carlos Peñalba, quien aseguró haber supervisado esas obras. “Peñalba es un herrero cualquiera que mi hija había contratado. A ella le robaron el año pasado en agosto cuando esa noche había trabajado el señor Carlos y su hermano en la casa. Yo dejé papeles ahí y es verdad, tenía facturas de la comuna”, explicó, al tiempo que vinculó al herrero con Romero y anticipó una denuncia por hostigamiento.
“Si bien hace 16 años que soy funcionaria, mi hija recién tiene una casa, ella trabaja y el marido también. Tiene cómo demostrar y es verdad, la compró legalmente, no usurpamos nada a nadie”, resaltó. En otras líneas, invitó al ex funcionario de la Capital a recorrer Las Cejas para observar las obras que se hicieron.
Tribunal de Cuentas
En cuanto a las observaciones del Tribunal de Cuentas, remarcó: “Me siento tranquila trabajando porque no hay ninguna irregularidad. Todo lo que dicen es parte de un ataque sistemático para ensuciar mi gestión”. Confirmó que habló con el ministro del Interior, Darío Monteros, pero no con el gobernador, Osvaldo Jaldo. “Si tengo algo que ver y tengo que ir presa, voy presa. El apoyo de ellos es que se llegue hasta el final con las investigaciones”, afirmó.
Las Cejas, entre denuncias y procesos del Tribunal de CuentasFinalmente, destacó los avances de su gestión: “Al pueblo quiero darle tranquilidad: no hay nada ilegal en la comuna. Si alguien quiere ocupar mi lugar, que lo haga en las urnas en 2027”.
Agresión a la prensa
Respecto al ataque sufrido por un equipo periodístico de LA GACETA cuando se intentó dialogar con autoridades de la Comuna tras las denuncias que hicieron los vecinos, Contreras lo atribuyó a un malentendido. “Es un vecino que fue a la comuna y no le gusta la prensa, tiene algo especial y no le gusta que le saquen fotos. No es un empleado de la comuna”, comentó sobre el joven que agredió a la fotógrafa de este diario.
Las Cejas, en la mira: denuncias contra la delegada y una advertencia de JaldoEn cuanto al operativo policial que detuvo al vehículo de LA GACETA al salir de la localidad, explicó: “Fue un día terrorífico porque aparecieron dos autos, uno que decían ser de la prensa y otro sin patente, del cual yo venía recibiendo amenazas. Allí fue que yo hice la denuncia porque estaban esos dos autos. Lo de la Policía, ustedes saben que estamos con el control de años por casos de narcomenudeo, el plan Lapacho”.